Las condiciones locales del mercado del combustible han exigido a PETROPERÚ llegar a un nivel de eficiencia en sus operaciones y dirección que le han llevado a convertirse la empresa más importante no sólo en el sector energético de hidrocarburos, sino en todo el país
El mercado de hidrocarburos y el sector energía en Perú es sumamente complejo no sólo por el nivel de competencia tanto a nivel internacional como en el mercado doméstico, sino también por la evolución en cuestiones de producción y estándares, entre otros aspectos. En medio de este escenario, PETROPERÚ emerge con liderazgo en la importación y comercialización de combustibles como la empresa más importante y productiva de su país.
El 2019 llevó a PETROPERÚ a obtener una participación de mercado del 44% en el rubro de combustibles líquidos a nivel nacional, alcanzando un EBIDTA* de US$394 millones, más del doble de esos mismos ingresos respecto a 2018, reportando una utilidad neta de US$171 millones. Para alcanzar estas cifras, la empresa ha optimizado costos en adquisición de materia prima y otros productos, además de reducir gastos, entre otros factores. Su contribución al Estado peruano alcanzó los US$1,593 millones.
La competencia de PETROPERÚ también ha llevado a la compañía a tomar acciones como la optimización de su oferta en las estaciones de servicio afiliadas a la estatal, así como un nuevo posicionamiento de marca.
“Un factor importante que encontré al asumir la gestión fue el ingreso al mercado nacional de actores de peso internacional. La recuperación económica de la compañía implica su modernización para enfrentar este desafío”, señaló Carlos Barrientos, gerente general de PETROPERÚ.
* EBITDA (acrónimo del inglés Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization): ingresos antes de restar intereses por la deuda contraída, impuestos y depreciaciones Liderazgo para competir con los grandes del sector privado Carlos Barrientos asumió la gerencia de PETROPERÚ en agosto de 2019. Previo a su nombramiento ejerció en diversos rubros del sector privado como la logística, la comercialización de maquinaria industrial, la consultoría y otros, donde adquirió prestigio y experiencia para ser designado a la dirección de PETROPERÚ. Barrientos se graduó como administrador de empresas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde también obtuvo la Maestría en Administración Estratégica de Empresas. Entre sus posgrados destacan el curso en Liderazgo en Crecimiento y Rentabilidad de la escuela de negocios Kenan Flager, de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU), así como su participación del programa gerencial ejecutivo “CEO” de la Escuela Gerencial Kellogg, en la Universidad del Noroeste (también en EEUU). “Ser gerente general en PETROPERÚ es uno de mis mayores retos profesionales al tratarse de la primera empresa del país y la cual está en constante transformación hacia convertirse en una compañía de clase mundial”, comentó Barrientos.
El gran desafío: Refinería de Talara Los trabajos llevados a cabo en la Refinería de Talara -concluidos a más del 90% para fines de 2020- son liderados por los contratistas Consorcio Cobra, así como Técnicas Reunidas, ambos con amplia experiencia internacional que se extiende a plantas industriales y otras refinerías. La planta de Talara, cuyas operaciones hicieron un alto a partir de enero de 2020 con motivo de la fase final del trabajo en las nuevas instalaciones, estará sujeta a una serie de mejoras en diversos aspectos:
• Mayor aprovechamiento de materia prima. En Talara se introducirá el flexicoking, tecnología de última generación que permitirá procesar materia de poco valor para convertirse en combustibles valiosos y más amigables con el medio ambiente, haciendo de Talara una de siete refinerías en el mundo capaces de hacer este proceso. • Aumento de capacidad. La nueva refinería de Talara cuenta con 16 unidades de proceso y cinco plantas auxiliares, lo cual aumenta la capacidad de producción a 95,000 barriles diarios de combustible, mientras que el máximo de la planta anterior eran 65,000 barriles al día. • Sustentabilidad y menor impacto ambiental. En la nueva planta de Talara -la cual generará su propia energía para funcionar- se eliminará la cantidad de azufre en los combustibles a menos de 50 partes por millón, obteniendo ácido sulfúrico a partir del azufre removido. • Salud. Esta desulfurización de combustibles impactará al medio ambiente disminuyendo enfermedades respiratorias, estimando el ahorro en gastos de salud en un monto cercano a los US$300 millones anuales destinados al tratamiento de enfermedades respiratorias en la población peruana.
Otra gran ventaja será contar con capacidad para procesar crudos pesados extraídos desde la amazonia peruana, estimulando el interés de inversión en nuevos lotes petroleros en la selva del país, además de aprovechar más el Oleoducto Norperuano. “La nueva refinería tiene un valor estratégico para la industria petrolera. A mediano plazo existe la posibilidad de transportar crudos ecuatorianos y procesar esta producción en la nueva refinería, lo cual genera sinergias a nivel nacional y eventualmente regional”, añadió el gerente general. Alcanzar estándares globales al más alto nivel no sólo es el objetivo de las obras llevadas a cabo en las instalaciones de Talara, sino que es también la forma en que se ha planeado y ejecutado este proyecto, a concluirse en noviembre de 2021, considerando que en estos procesos no se han producido accidentes fatales ni que generen discapacidad alguna al dirigir a cerca de 7,000 trabajadores con eficientes medidas de seguridad industrial contando con 190 profesionales de la salud en este proyecto. Proveedores de clase mundial para empresas de estándares globales La magnitud y alcance de las operaciones de PETROPERÚ demandan trabajar con recursos del nivel requerido; por ello se trabaja con licencias de tecnología de las principales compañías a nivel global en la industria, los manejos financieros son asesorados por bancos y financieras de prestigio internacional. Las gestiones sociales son coordinadas por la misma empresa entre proveedores especializados y sectores estatales.
“Tales apoyos y asesorías de primer nivel no serían viables si no tuvieran como contraparte en la empresa personal capacitado y con experiencia para sacar provecho del conocimiento que recibimos en todos los procesos tecnológicos, empresariales y sociales en los que estamos involucrados”, declaró Barrientos.
Apoyo tecnológico en todos los frentes La agilización de procesos mediante recursos tecnológicos está en una continua evolución en PETROPERÚ. A recursos como el SAP se unen la mesa de partes virtual; los procesos administrativos se agilizan mediante firma digital y el sistema de trámite documentario electrónico, optimizando interacciones con proveedores, clientes y ciudadanos, además de brindar soporte a políticas de transparencia, integridad y Buen Gobierno Corporativo. En el tema de operaciones también las plantas y terminales en todo Perú están pasando por el proceso de transformación digital. Y como impulso más reciente en esta tendencia, la pandemia global ha dado pie al teletrabajo por parte de un sector importante del personal administrativo. La pandemia COVID19 y cómo ha sido contrarrestada El mercado de los hidrocarburos a nivel global está, como muchos otros, sujeto al acontecer de diversos actores de acuerdo a su preponderancia. Si bien desde antes de 2019 diversos factores impactaron el precio del petróleo hacia una caída, la planeación y operaciones de PETROPERÚ rebasaron las expectativas pactadas para dicho período, permitiendo ser optimistas respecto a 2020. La pandemia y sus cuarentenas paralizaron en gran medida la economía mundial, haciendo caer la demanda de combustible, y con ello el precio del petróleo, haciendo que el crudo fuese almacenado tanto en tierra como en buques tanque, experimentando un detrimento del 70% en las ventas para PETROPERÚ. No obstante de estas condiciones, PETROPERÚ cumplió como servicio esencial y no dejó de producir, respondiendo así a clientes mayoristas como en sus estaciones de servicio. En cuestiones sanitarias, además de dotar al personal de los insumos necesarios para evitar contagios y la realización de pruebas, también se desarrollan campañas informativas al respecto y se amplió la cobertura del seguro médico para garantizar la atención de esta enfermedad.
“Esto ha permitido que la compañía haya tenido un papel fundamental en los meses iniciales de la pandemia y que en la actualidad tenga un rol importante en la reactivación económica del país. Esto es un logro de todos”, señaló el directivo.
Reorientando los vínculos de la comunidad hacia las prioridades Con presencia a través del territorio peruano mediante refinerías, plantas, estaciones de servicio y el Oleoducto Norperuano, es vasto el contacto que tiene PETROPERÚ con distintas comunidades como los proyectos que ha llevado a cabo con estas. Sin embargo, la emergencia de la pandemia ha hecho que la empresa recurra a un nuevo enfoque en estos esfuerzos hacia el combate al COVID19 en las zonas donde tiene presencia. En Talara se ha entregado un hospital modular que cuenta con toda clase de avances tecnológicos, incluyendo equipo especializado para tratamiento del virus como ventiladores pulmonares, desfibriladores y otros dispositivos, capaz de albergar a 45 pacientes, entre moderados y graves, además de donar una ambulancia. El hospital es operado por EsSalud, el organismo de seguridad social en salud para Perú, el cual no limita la atención sólo a pacientes asegurados. Además de este esfuerzo, se han donado consumibles de bioseguridad y kits de pruebas, además de involucrar a proveedores y otras compañías petroleras a contribuir con donaciones en especie. La ayuda brindada durante la emergencia se suma a las 3,500 atenciones médicas anuales para población vulnerable y a campañas contra enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. En zonas de Talara, Iquitos, Ilo, Pucallpa, Villa Salvador y las comunidades cercanas al Oleoducto Norperuano se donaron productos no perecederos en los inicios de la emergencia. Otras poblaciones beneficiadas con atención médica y otros insumos médicos incluyen las regiones de Amazonas y Loreto ,y la provincia de Datem del Marañón. Se espera que conforme se llegue a un mayor control de la pandemia sean reanudados otros proyectos ya establecidos de gestión social con más de 100 comunidades cercanas al oleoducto y en otras poblaciones y comunidades nativas. Nuevos horizontes en el sector energía PETROPERÚ ha tomado los pasos para lograr un desempeño exitoso en la futura explotación del lote 64 del mapa petrolero de Perú. Para 2021 iniciarán operaciones en el lote 192, para el cual se colaborará en asociación con entidades de la iniciativa privada. El Oleoducto Norperuano también está sujeto a modernizaciones y mejoras en su infraestructura para seguir desempeñando exitosamente su función como la más importante vía de transporte de crudo en el país, desde la selva hasta el terminal de Bayovar. PETROPERÚ explora también las posibilidades a largo plazo respecto a considerar la infraestructura con la que cuenta hoy para incursionar en energías renovables, como la eólica y fotovoltaica, para -en un principio- aprovecharlas dentro de sus propias operaciones y en un momento dado asociarse también para su desarrollo. Esta, sin duda, puede resultar en una estrategia maestra, considerando posibles afectaciones futuras en los mercados de energías no renovables, de manera que las altas y bajas en los precios de combustibles no afecten la capacidad de seguir brindando el suministro de energía al país entero.
Reactivación económica y recuperación
Después de mediados de 2020 tanto Perú como otros mercados reactivaron paulatinamente su economía. El precio del crudo experimenta una recuperación gradual y PETROPERÚ retomará otros proyectos ya iniciados como la construcción de plantas en las localidades de Ilo, Pasco y Madre de Dios, y a nivel exportaciones se firmó ya un acuerdo para vender combustibles a Bolivia.
Del escenario vivido a partir de mediados de marzo, que disminuyó las ventas de combustible, a partir de junio se incrementaron las mismas hasta en un 65%, proyectando al cierre de 2020 un 92% de recuperación. Se han hecho ajustes necesarios reduciendo más de US$120 millones en gastos de capital y US$287 millones en gastos operativos.
“Estamos empeñados en acelerar la reactivación económica manteniendo estrictos protocolos de seguridad en todas nuestras operaciones. En esto todos estamos comprometidos como empresa y como país”, finalizó Carlos Barrientos, gerente general de PETROPERÚ.
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